VACACIONES 2003 – P A T A G O N I A – VIAJE AL GLACIAR PERITO MORENO
Ciudades Recorridas: Monte Hermoso, Bahía Blanca, Patagones, Viedma, Las Grutas, Puerto Madryn, Puerto Pirámide, Trelew, Rawson, Playa Unión, Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia, Rada Tilly, San Julián, Güer Aike, El Calafate.
Estas notas son los diarios de viaje de las vacaciones de Febrero del año 2003.
Más que vacaciones me hizo acordar al viaje de AVEIT pero mas corto, ya que fue mas ruta que un descanso anual panza arriba a como estaba acostumbrado. Surge de una idea de Diego Promenzio, mi compañero de emociones en Londres, allá por el año 1998. Su idea era llegar al Perito Moreno en auto, colectivo o a dedo, en Febrero. El avión estaba prácticamente descartado, demasiado costoso para esos días.
Al principio me parecían muchos kilómetros, y más para mi que vivo en Buenos Aires. Según los mapas eran unos 2200, que les aseguro que parecen que los contaron en línea recta porque son muchos más. Demasiado viaje y poco descanso para todo un año de trabajo. Diego vive en Bahía Blanca y para él serían menos kilómetros, pero varios kms. al fin. Luego me convence de ir parando en todas las ciudades costeras, así que la única manera de ir, era en auto, en mi Peugeot 106. Y me decido.
Diego tenia a un posible acompañante, con él seríamos tres. Yo por mi lado intento convencer a Juanjo, mi amigo y compañero de trabajo que no tenía planes aún sobre qué hacer en las vacaciones, pero no puedo. Recién a un par de días antes de partir y cuando me despido ese viernes 7 de Febrero,al salir del trabajo, me dice: ¿A que hora salimos mañana? Juanjo es así! Listo! Somos cuatro para el viaje…
Descansamos bien el viernes al salir del laburo y hubiéramos salido el sábado temprano a no ser por el «fulbito» de Palermo, cosa imperdible. A la vuelta del partido preparo el bolso, los sándwich y un termo lleno para el viaje. Juanjo viene a casa, descansamos un rato hasta las 3:00am, hora en que nos levantamos y a las 4:00am del domingo 9 de Febrero estábamos en la autopista 25 de mayo rumbo a Bahía Blanca a buscar a Diego y a Mariano.
Vamos rápido, el 106 aguanta, ruta 3 derecho, pasamos por Cañuelas, Las Flores, Azul, Tres Arroyos. Ya cerca de las 12pm hace mucho calor y a unos 100 kilómetros antes de Bahía desviamos y decidimos pasar el día en Monte Hermoso, nos toca un día perfecto, nos bañamos y nos dormimos un rato. Estuvimos en la playa hasta que cae el atardecer, de ahí a Bahía Blanca.
En Bahía, nos reencontramos con Diego después de un año que no nos veíamos. Esa noche charlamos un poco sobre el itinerario a seguir desde Bahía hasta El Calafate.
Nos acostamos temprano y hacemos lo mismo a la mañana, 5am arriba y ya tipo 6:40 estábamos en la ruta de nuevo con destino parcial en Carmen de Patagones, para entrar en la iglesia parroquial donde hay un par de banderas tomadas como trofeos de guerra a los brasileños en una batalla con ellos del 7 de marzo de 1827. Nos quedamos una hora y seguimos hacia Las Grutas para pasar un día de playa ahí y seguir viaje hasta Puerto Madryn, donde llegamos de noche. Para nuestro placer, al pasar Sierra Grande hacia el sur, la nafta empieza a costar $1.23 aproximadamente.
En Madryn lo llamamos al Tano, Brunito Simula, ex compañero mío y de Juan que se había mudado para allá. Nos invita a pasar la noche en su casa a todos pero solo nos quedamos Juanjo y yo, Diego y Mariano se quedan en la casa de un primo de Diego que también vivía ahí en Madryn. Así se pasó nuestro primer día de viaje.
Al día siguiente nos vamos hacia la península de Valdés, hacia Puerto Pirámide. No es época de ballenas aunque, era época de sol y playa otra vez. Nos toca otro día excelente, calor y sin nada de viento.
El agua es cristalina, prácticamente sin olas y un poco fría; pero me alegro ver una playa en Argentina donde pudiera verme los pies una vez dentro del agua. Hay piedras para tirarse de unos 6 metros de altura y me paso todo el día tirándome de ahí. La pasamos bárbaro. A la noche volvemos a Madryn y nos comemos un asadito los cuatro con el Tano y su familia. Pasamos la noche del Martes otra vez en una camita y evitando así hacerlo en un camping, que era el destino de nuestro presupuesto.
Esa noche mas tarde le digo al Tano, «che, el auto hace un ruidito raro» pero no parecía nada importante….
Al día siguiente a las 10:00am nos despedimos del Tano, Mónica y su hijo; y los pasamos a buscar a Diego y Mariano. Seguimos viaje con destino a Comodoro Rivadavia, pasando primero por Punta Tombo o Camarones en Cabo Dos Bahías. Al llegar a Trelew noto la caja de cambios un poco dura, los cambios prácticamente no entraban, pero alcanzamos a llegar al ACA, nos habíamos hechos socios dos días antes de partir, por las dudas, ninguno era un entendido en el tema, sabíamos de sistemas, arquitectura, recursos humanos, pero de mecánica ni hablar. Creo que fue la mejor inversión de nuestras vidas….
Llegamos a duras penas al taller y ahí nos dicen que hay que desarmar la caja de cambios para ver que tiene. La caja había perdido todo el aceite y algo se había roto. El mecánico nos habla de $250 de mano de obra mas repuestos, ¿Nos vio cara de millonarios? Que podíamos hacer? Nos dijo que fuéramos buscando hotel para pasar la noche porque esto no era tema de un día. Camping dijimos nosotros… No, hotel dijo el mecánico, si están asociados al ACA, ellos les pagan el hotel al socio y a todos los acompañantes. No tan mal después de todo…
Llamamos a asistencia al viajero y a los 15 minutos me llaman y me dicen: Ya tiene la reservación hecha Sr. Alvarez, reservación para cuatro en el Hotel Centenario, San Martín 150, Trelew, Argentina. Lindo hotel, baño privado, alfombra, dos dormitorios, televisor, desayuno, demasiado para cuatro viajeros de poca monta.
Es el mediodía del miércoles 12 y no podíamos hacer nada mas que esperar. Juanjo, Mariano y yo decidimos pasar otro día de playa en Playa Unión cerca de Rawson a 20 kilómetros de Trelew. Diego se queda descansando, no simpatizaba mucho con el sol y la playa. Mas tarde nos comunicamos con el mecánico y nos dice que hay un rulemán roto que hay que cambiar. No me preocupo mucho por el repuesto, mas me preocupo por donde conseguirlo en Trelew, cuando uno vive en Capital conseguir las cosas es muy fácil pero en el interior…mmm. Yo sabia lo que era. Por la noche aprovechamos para conocer bien a Trelew y nos metemos en un boliche que parecía mas una bailanta, se llamaba Zodíaco Disco, mamita! Justo tocaba un grupo riojano llamado Banda Registrada! La cantidad de fans que tenían, de no creer.
El jueves 13 nos pasamos buscando el repuesto en Trelew pero no hubo forma, obvio. Al volver al taller y ver la máquina con las tripas al aire casi me descompone, como armaría todo eso de nuevo? Si la maquina volvía a funcionar iba a ser todo un milagro. Por casualidad el mecánico tiene un repuesto igual pero de 405. Lo prueba y arma la caja para la tarde.
Mientras, decidimos ir a pasear otro poco por Gayman, una colonia galesa donde te preparan el té con torta galesa obviamente y te sacan unos $20 mangos. Para mí que estuve en Gales, Gayman tenia poco de similar y unos cuantos descendientes de galeses tratando de lucrar con eso del té y las tortas. Hace mucho calor y nos volvemos con Juan al hotel para descansar un poco. Por la tarde el mecánico nos dice que la pieza encaja justo y la caja vuelve a funcionar a la perfección para las 9:00pm de la noche.
De igual forma decidimos pasar otra noche en el hotel y salir tempranito a la mañana hacia Camarones donde hay un pingüinera y una lobería enorme de unos 40.000 ejemplares. Desistimos de Punta Tombo donde hay un millón de pingüinos porque tenemos unos 120 kms. de ripio y estábamos un poco acobardados después de la rotura. Ya habíamos pasado un tramo bastante feo antes de llegar a Sierra Grande y pensamos que tanto movimiento pudo haber hecho perder el aceite, mas allá de un par de retenes rotos que ya tenia mi auto.
Viernes temprano, 7:00am estábamos sobre la ruta 3, tenemos que hacer unos 26 kilómetros desde Camarones hasta Cabo Dos Bahías, el auto sufre y al llegar al Cabo otra vez con problemas, pero nada grave, un buje de la caja de cambio se sale y lo volvemos a poner con la ayuda del guarda parque que tiene una fosa justo ahí, en medio de la nada. Otro susto, evidentemente teníamos que evitar el ripio de aquí en adelante o no llegaríamos nunca al glaciar.
Por un momento nos olvidamos del auto y disfrutamos de los pingüinos que son muy graciosos, nos miran de forma extraña mientras caminamos por una pasarela entre medio de ellos. Algunos cuidan sus nidos, otros excavan y otros se van al mar caminando en fila india muy ordenaditos.
Volvemos a Camarones, almorzamos algo por ahí y seguimos hacia Comodoro Rivadavia. La ruta es desoladora, no hay nada de nada, solo campo, viento y todo muy seco ¡Planten un árbol!
Para la tarde ya estábamos en Comodoro Rivadavia. Llueve y fue la primera vez que sentimos mucho frío y tuvimos que sacar las camperas del baúl. También abandonábamos los cortos por jeans. Damos unas vueltas por la ciudad y subimos con mi Peugeot 106 hasta el cerro El Chenque donde se puede apreciar toda la ciudad de comodoro. Mas tarde nos metemos en un café y a la vuelta le hacemos el primer lavado a la máquina. La tierra que le había entrado al auto en el viaje a Cabo Dos Bbahías no tenia nombre, podía sentir la tierra hasta en las cejas les aseguro.
Cayendo la tarde decidimos hacer un tramo mas de ruta para apurar la llegada a nuestro destino, dado que habíamos perdido prácticamente dos días en Trelew. El destino era llegar a Caleta Olivia en Santa Cruz.
Al salir de la ciudad otra vez la caja, los cambios no entraban nuevamente, que bajón! Por suerte, otra vez nos agarra en una ciudad y no al medio de la ruta, donde si bien el ACA nos iba a buscar en forma gratuita, les cuento que al hacer tan solo un kilómetro alejándose de cada ciudad, ya no hay señal de celulares.
Nos metemos en una estación de servicio EG3. Sigue lloviendo y hace frío, todo mal. Mariano se manda debajo del auto intentando ver que pasa pero con el chapón puesto es prácticamente imposible. El chapón es la tapa que cubre y protege el motor que se encuentra abajo del mismo; aclaración para el lector femenino especialmente. Diego y yo, mientras lo tapamos con un cartón para que no se moje tanto. La primera y la segunda marcha no entran, solo la tercera. Arrancando en tercera logramos meternos en una fosa de un taller detrás de la estación que estaba clausurado por una supuesta inundación. Pedimos unas herramientas, sacamos el chapón y notamos que la bieleta selectora de cambios, un bracito de la caja estaba salido. Lo ponemos pero nos damos cuenta de que se saldría al toque de nuevo y tendríamos problemas si no lo arreglábamos adecuadamente. Por un lado todo mal y por el otro vimos que si llamábamos al ACA tendríamos de seguro hotel gratis de nuevo.
Siempre hay que ver el lado positivo a todo. Mientras nos remolca el ACA a un nuevo taller en Comodoro, un asistente del ACA me llama al celular diciendo: las reservaciones para cuatro están listas Sr. Alvarez, Hotel Austral, Moreno 725, Comodoro Rivadavia. Esta vez se les fue la mano, era un cuatro estrellas y esto ya era mucho para nuestro nivel de «mochileros» en auto. Tendrían que haber visto nuestra pinta de sucios y mojados entrando a un cuatro estrellas, yo creo que habremos espantado a media clientela esa noche. El hotel esta en pleno centro, tiene TV con cable, alfombra, baño privado y sommier, a lo que estamos acostumbrado, obvio. Nos dan dos habitaciones doble ya que no tienen una para cuatro.
Ese día ea el cumpleaños de Juanjo, sus primeros 40! Decidimos tomar la nueva rotura con soda y salir a ver la noche del viernes en Comodoro a festejar un poco. Volvemos temprano ya que tipo 10:00am de la mañana había que estar en el taller para ver si encontrábamos el repuesto. El desayuno al otro día fue terrible, una mesa entera al estilo brasilero para comer todo lo que quisiéramos, desde café y medialunas hasta yogur, cereales y ensalada de frutas. Creo que ese día no almorzamos.
Mas tarde, buscar el repuesto fue imposible, obviamente no estábamos en Buenos Aires, aunque el nuevo mecánico no se preocupó, «Acá estamos acostumbrados a esto» dijo y «somos casi como artesanos». De hecho lo era. Compró la misma pieza de un 405 que era mas corta, la corto al medio, le soldó un pedazo para hacerla del mismo largo, la colocó y salió andando. Esta vuelta la artesanía del señor nos había costado otros $77 pesos más.
Prácticamente no perdimos tiempo de viaje ya que hacer noche en Caleta Olivia o en Comodoro Rivadavia era lo mismo, y si dormíamos en sommier en lugar de las bolsas de dormir, mejor. Las carpas se hacían esperar, oooole otra vez!!
Sábado al medio día estábamos sobre la ruta 3 con destino adonde más cerca llegáramos del glaciar. Pasamos por San Julián y damos unas vueltas para conocer y comer algo en una YPF. Seguimos y pasamos mas tarde por el Gran Bajo de San Julián, que es un pedazo de tierra extenso que se encuentra a 105 metros por debajo del nivel del mar. El más profundo de Sudamérica, dice la guía.
Seguimos y seguimos, en la ruta no hay nada de paisaje para ver, todo cada vez más árido. Tratábamos de pasar el viaje charlando, contando chistes, escuchando música y de vez en cuando jugando un tutti fritti casero que consistía en decir un tema como por ejemplo: marcas de cigarrillos, o animales de cuatro patas, etc. y había que ir nombrando uno cada uno en ronda hasta que uno se equivocara o no dijera nada; y perdía. Eso nos hacia pasar los kilómetros de nada de la ruta. Nos divertíamos, reíamos y hasta discutimos otro poco. Creo que el mas divertido fue cuando elegí cortes de carne de vaca como por ejemplo: asado, lomo, dijo otro, vacío, otro y Juan le mando luego: «Milanesa», no podes! No podíamos parar de reírnos, creo que fue el mejor chiste de todos.
Seguimos, pasamos por Piedra Buena donde la ruta está bastante rota, el agua se había llevado dos puentes y había unos precarios en su lugar. Desde Piedra Buena podemos desviar e ir directamente a El Calafate por tierra o bien ir hasta Güer Aike y de ahí a El Calafate todo por pavimento. Si le consultábamos al 106, con la cara que nos hubiera puesto, nos habríamos dado cuenta. Su trompa decía: «No mas ripio por favor». Optamos por la segunda aunque había que hacer unos 400 de más. Vamos por lo seguro.
Ya de noche llegamos hasta Güer Aike donde está el desvío hacia Río Gallegos y hacia El Calafate. A esta altura queríamos ver el glaciar y no hacemos los 25 kilómetros a Río Gallegos. Hacemos noche ahí, en el primer camping que encontramos. Habíamos hecho como 800 kilómetros de ruta aquel día sábado.
Se vino el primer día de carpa al que tanto le habíamos esquivado. Esa noche nos atiende un viejito, que parecía muy amigo del tinto. Nos cocinan unas empanadas, armamos las dos carpas y nos dormimos. Al camping le faltaban algunos servicios, una sola ducha en el baño de hombres, imagínense si estaba lleno!
Domingo 16 de Febrero, nos levantamos no muy temprano, desarmamos todo y seguimos viaje hacia El Calafate. Por suerte el paisaje comienza a cambiar a medida que nos acercamos a la Cordillera de los Andes y vemos el lago Argentino en el horizonte. Llegamos a la tarde a El Calafate y al llegar lo buscamos a Alejandro «el Indio» Uran para ver si podríamos quedarnos en el albergue donde trabaja. El indio era otro compinche de Londres, trabajó conmigo allá en Inglaterra buscando gente para el hotel Eurotower allá por Septiembre de 1998. También lo conocía a Diego ya que estuvimos allá los tres para la misma época. El Indio hacia el mismo trabajo pero ahora para el Albergue «El Glaciar».
Lo encontramos en la terminal de ómnibus en plena actividad. Mas tarde, vamos al albergue y nos consigue una habitación de seis para nosotros solos por menos de la mitad de la tarifa, se jugó el Indio!
Luego damos una vuelta por el centro, sigue el frío y nos compramos unos guantes que nos habíamos olvidado de traer. Pasamos la noche en el hotel y salimos temprano para recorrer los últimos 88 kilómetros que nos separaban de nuestro destino final: el glaciar Perito Moreno. Para desgracia del auto eran mitad pavimento y mitad ripio en buen estado. El camino bordea el lago Argentino y hacemos la primera parte a las chapas y la ultima a 20 kms. por hora hasta llegar al glaciar. El 106 agradecido.
Llegamos, después de una semana de viaje. El glaciar es impresionante, es enorme, es una masa de hielo muy imponente, es algo extraño, como puede estar eso ahí? Tiene unos 80 metros de altura y 7 kilómetros de frente y otros tanto de largo. Por lo que vimos, ni las fotos, ni el video pueden captar su verdadero concepto. Hay que estar ahí para la desgracia del que nunca fue, exagerado tal vez, pero es así.
Nos pasamos todo el resto del día admirando el glaciar, caminando por las pasarelas y sacando miles de fotos hasta cansarnos. Al atardecer, nos vamos hacia un camping, allí dentro del Parque Nacional para no volver hasta la ciudad, evitar el ripio y no pagar los 10 pesos mañana de nuevo por entrar al mismo. El camping esta a unos 7 kilómetros alejado del glaciar.
Se vino nuestra segunda y última noche en carpa, pasamos bastante frío ahí adentro, yo prácticamente no entraba en la carpa y me habían quedado los pies afuera. Nos cocinamos unas salchichas horrendas y nos vamos a la cama temprano para volver al glaciar al día siguiente.
Hacemos un barquito por el costado norte del glaciar y un trekking por la bahía frente al mismo. A la noche, volvemos para El Calafate para pasar otra noche con el Indio y emprender nuestra vuelta lentamente a casa al día siguiente.
Miércoles a la mañana salimos y volvemos por la misma ruta 3. Le damos derecho hasta San Julián hasta que se hace de noche. Paramos en una casa de una viejita que alquilaba una habitación por $30 por cabeza, nos termina cobrando $9 a cada uno.
El jueves 21 a la mañana no aguante más ver el 106 sucio y les pedí a los chicos que me dieran unos minutos para lavarlo de nuevo, fue la segunda vez. Seguimos viajando, y de ahí le dimos duro hasta Madryn, solo entramos a Rada Tilly y a Comodoro Rivadavia para revisar la alineación del autito.
Llegamos a Madryn otra vez de noche. Otra vez lo jodemos al Tano y paramos en su casa donde estaba solo. El Viernes pudimos volver a disfrutar del sol y la playa, hacían unos 30 grados por suerte. No más camperas, ni guantes! Al fin nuevamente con la malla puesta. La pasamos tan bien ese viernes jugando al voley los cuatro y el Tano, que nos dan ganas de quedarnos un día más. Debatimos entre quedarnos el sábado y salir el domingo; o bien salir al día siguiente, el sábado al medio día y poder llegar a Bahía para salir a bailar a la noche.
Gana la segunda y el sábado al medio día otra vez en la ruta. Hace un calor infernal en la ruta, como se me ocurrió comprar un auto sin aire acondicionado? Tipo 4:00pm pasamos a 7 kilómetros de las playas de Las Grutas y nos tentamos, desviamos, nos damos un chapuzón y a la hora y pico estábamos otra vez sobre la ruta 3. De ahí le damos derecho hasta Bahía, llegamos a casa de Diego tarde y muy cansados, sucios. Pero nos pegamos un baño y ya estábamos listos para la noche bahíense. Salimos al boliche “Pajas Bravas”. Volvemos tarde y nos dormimos todo hasta el domingo 23 al medio día.
Juanjo nos abandona el domingo a la noche y parte para Buenos Aires, quiere tomarse el lunes y comenzar a trabajar el martes. Yo decido tomarme mi otra semana de vacaciones pendiente del año pasado. El viaje había sido agotador y yo necesitaba mas playa, y si, soy un inconformista! Quiero irme a la playa una semana, sin antes tomarme unos días con Diego para ver los videos de filmaciones nuestras de Inglaterra y del viaje juntos por Irlanda. Nos pusimos re-melancólicos. Se me caían las lagrimas, me veía de joda todo el tiempo, con pelito largo, que mala vida….cuantos recuerdos…También filmamos este viaje y quería llevarme una copia.
El domingo, los bahienses me garcan y me roban el frente del stereo frente a la casa de Diego. Fue todo muy raro, yo llego tarde de dejar a Virginia, la cuñada de Diego, en su casa y al regresar. mientras me estoy por acostar veo desde el balcón a dos tipos dentro de auto. Hijos de puta!! Policía!! Les grito desde el balcón y salen corriendo. Bajo, por suerte habían dejado los mas caro sobre los asientos, el celular, los 15 CDs y los documentos que habían quedado dentro del porta CDs. En síntesis se llevan solo el frente, no alcanzan a sacar el stereo, obviamente rompen el vidrio que por suerte pagó la compañía de seguros. Al final solo tuve que lamentar el frente que se consigue en la calle Libertad, acá en Buenos Aires. Extrañamente me quedé contento por los CDs.
Los días siguientes fueron dedicados a las fotos, los videos y al auto por lo del vidrio. Yo no aguantaba mas, y quería playa, nos vamos Diego, Mariana (la novia de Diego), Virginia y yo para Monte Hermoso donde nos quedamos hasta el Domingo en la casa de unos amigos de Mariana que nos prestan la casa. Juanjo se viene desde Buenos Aires y Daniela, una amiga de Mariana, llega el sábado a la mañana a Monte Hermoso. La pasamos bárbaro en la casita, el domingo nos comemos un asadito los seis, con los dueños de la casa, que llegaron el mismo domingo. Los días estuvieron bárbaros y sin aguas vivas como todo el mundo piensa, yo no vi ninguna…
Juanjo se vuelve a Buenos Aires ese mismo domingo otra vez. Con Diego, Mariana y Virginia nos volvemos para Bahía Blanca. Yo la espero un par de días a Virginia para ver si la llevaba a Tandil que es donde esta estudiando. pero al final no viene. Martes 4 de Marzo se terminan mis vacaciones, al mediodía me vuelvo solo para Buenos Aires y sin música, siempre por la ruta 3 hasta llegar a casa el martes por la tarde. Duermo el resto del día hasta la hora de volver a trabajar el miércoles 5 de Marzo.
Atrás 7500 kilómetros, un 106 baqueteado, 3 semanas y media de joda, todo sale 10 puntos…
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.