GRACIAS

Quisiera agradecer a todas las personas que hicieron posible este viaje; y sin las cuales no hubiera viajado ni a la esquina.

Como sabrá la mayoría, en AVEIT había que vender rifas todos los años para poder mantenerse en el grupo y no retrasarse, ni deber plata, ni tener que comprarlas uno mismo. Si, había que vender rifas y no valían dos mangos, eran las rifas más caras que conocí en la historia y encima las tenia que vender yo, en realidad cada uno de los socios.

Durante los seis años que duró mi carrera en la facultad, había que vender las rifas, cada número costaba u$s64 verdes y por suerte se podían llegar a vender en cuatro cuotas para hacerlas más accesibles para la gente.

Los Fourcade, en el primer encuentro 2022
San Luis, Argentina

El primer año la cosa era fácil, había que vender sólo 7 números, pero esto iba en aumento a medida que pasaban los años. El segundo año eran 15, luego en el tercero 26, luego 45, 60 y el último año nos tocó vender 90 números! Si había que vender 90 números de u$s64 dólares cada uno. Había que recaudar u$s5760! Por suerte logré venderlas en casi 30 días, como hice? No lo se….

Bueno, en realidad si lo se, me ayudó mucha gente a la cual no quiero dejar de nombrar. Estuvieron aquellos que me ayudaron todos los años, y otros que lo hicieron cuando pudieron. Por suerte todavía vivíamos en el virtual 1 a 1, hoy en día no se como hacen los chicos que están por viajar.

Gracias, a mi viejo principalmente, que me ayudo a sacarle plata a todos sus colegas, los agrimensores, que cada año que me veían venir salían corriendo. Él me dio mucho coraje para vender, porque les aseguro que vender una rifa tan cara no era tarea fácil.

Gracias, a mi vieja que me ayudó con sus colegas también, a mi tía Diana que se preocupaba y me compraba de a dos números, a mi tía Verónica que no dejó nunca de comprarme un número, a mi abuela lo mismo, a mi tía María Teresa, a mi tía Kate, a mi tía Nena, a Carmen Barros, a Carlos Maqueda, a mi tío Hugo, a mi tía Betty, a mi tía María Eugenia. A toda la familia Fourcade, a Norma Desch que me ayudó mucho con las ventas y las cobranzas también.

Quisiera nombrarlos a todos los que me compraron la rifa alguna vez pero la lista es larga. Gracias a todos y espero que me perdonen por no haber traído un premio mayor en los 6 años a ninguno de mis «clientes». Si la suerte dependiera de mi….

Gracias, en serio.

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