
E N G L A N D - 6. Última estadía en Londres. Desde el regreso de Irlanda hasta la partida a Italia Ciudades Recorridas: Londres, Bath
Llegamos de dar vueltas por Irlanda un domingo 13 de septiembre, con Diego, Tero, Marco y Marcela. De regreso a la rutina una vez mas, al día siguiente debo continuar con mi trabajo en la cocina del hotel. Diego se queda unos días mas y luego partiría nuevamente. El Tero se queda unos días mas en el hotel. Cada uno va tomando rumbos separados…
Cuando regreso a mi habitación que me había dado Daniel, el dueño de la cocina, me doy cuenta que había sacado todo de ahí y lo había guardado en una especie de baulera. Hablo con él y me dice que solo volverá a trabajar con chicas en la cocina. Luciano había sido el primero y yo el segundo en trabajar ahí. Según mi punto de vista, estaba celoso jeje., Luciano estuvo tranqui, tenía pareja, pero yo no, y bueno, tan tranquilo no estuve!
En fin, la cosa es que debía buscar otro trabajo de la noche a la mañana. Y lo peor de todo es que debía empezar a pagar por alojamiento ya que se me cortaba eso también. Todo mal! Así que ese mismo domingo pago por dos días, una habitación en el hotel y me meto en el mismo cuarto con los chicos. Tendría dos días libre pagos y sin trabajar hasta que encontrara algo nuevamente.
Al entrar al hotel, siempre hay dos guardias parados que te piden la llave al ingresar para demostrar que estás pagando una habitación. Después de casi un año en el Eurotower, modestia aparte, pero era uno de los personajes mas conocidos en el hotel. Imaginen que todos se quedan una semana y parten, otros algunos días o meses, pero nadie se quedaba tanto. Esto hacia que al entrar me saludaban sin pedirme nada, obviamente. Debo reconocer que me aproveché de esa confianza para estar dos semanas sin pagar, metiéndome en las habitaciones que estaban libres! Mas de una vez me pasó de despertarme alguien a medianoche para decirme que esa cama estaba ocupada, y sea la hora que sea, agarraba las cosas y me metía en otra, todo un polizonte!
Al término de esas dos semanas, decidí trabajar para el hotel con el grupo que chicos que busca gente para que se aloje en el hotel en las terminales de ómnibus y trenes. La cosa consistía en levantarse bien temprano y partir con la Traffic tipo 6am a la Coach Station y Victoria Station. Estaban muy cerca una de otra y era por donde los mochileros deambulaban buscando alojamiento en Londres. El trabajo consistía en convencerlos de que se alojaran en le Eurotower donde nos pagaban por aquel entonces unos £2.5 libras por cada huésped mas el alojamiento gratis en el hotel, como los «cleaners» y miembros de las cocina.
A veces enganchabas uno o dos, otros días diez personas, donde te daban un bonus extra de £10. El promedio era unos cuatro turistas por día. Con eso duramente comíamos pero nos divertíamos mucho callejeando y hablando con turistas todo el tiempo. Conocíamos gente y nadie nos apuraba con el trabajo. Pero si no te movías, no comías tampoco. Ver la película «La Terminal» me hizo recordar que nosotros hacíamos lo mismo con los carritos, nos ganábamos £1 por acomodar los carritos. Eso era igual a un café + dona para nosotros!
Me mudo al tercer piso del hotel con los «hustlers», así nos llamaban. Mis nuevos compañeros de trabajo son Mariano, un porteño, un mexicano, Simon Jones, un australiano y el Indio Urán, con quien pegamos mas onda. Dormíamos todos juntos en un gran cuarto donde había cuatro cuchetas. Hermoso kilombo, aparte de ser un lugar muy dinámico, el grupo era dinámico. Entraba gente nueva tanto como se iba. Teníamos ese gran cuarto, una cocina y un baño compartido para todos nosotros.
Pasaban los días, unos mejores que otro. Deteníamos a toda persona con una mochila detrás, con el clásico «Looking for accommodation?», ahí entregábamos el flyer y rogábamos que fueran al hotel por su cuenta o si se decidían ahí mismo los llevábamos en la combi del hotel. Al terminar la jornada dejábamos los flyers (los panfletos) del hotel tirados el los Tourist Information, que eran los lugares formales de búsqueda de alojamiento y desde donde nos echaban de ahí dos o tres veces por día! También dejábamos flyers tirados en la calle y en la estación de buses, soñando que alguien los levantara y fuera después al hotel. Allí, la secretaria del hotel anotaría en su cuaderno de ingreso, quien era el hustler que los llevó al hotel para contar la comisión. Al levantarnos cada día, lo primero era preguntarle a la secretaria si había se había registrado alguien a nuestro nombre!
Recuerdo que un día, de los mejores en mi estadía, fue cuando me levanté, y al preguntar, vi mas de 50 huéspedes anotados a mi nombre! Multipliquen £2.50 x 50 mas un bonos de £20! Me sentí millonario ese día! Fue el mejor de todos! Ese día mas tarde me enteré que un grupo de nigerianos había levantado mi flyer desde el piso, le gustó el precio y se alojaron ahí…
Hubo muchos días malos donde no levantábamos gente y nos volvíamos con las manos vacías. Por suerte recuerdo los mas lindos. Otro de los mejores días fue cuando llevo al hotel a un chica argentina de La Plata y su primo que andaban viajando por Europa. Se trataba de Elena Vander, apenas llegó al hotel cenó con nosotros, y desde ese mismo día nos enganchamos como arte de magia…
Momento libre que tenía era para compartirlo con ella! Por momentos nos volvimos inseparables!
Recuerdo que ella y el Tero subían mucho al tercer piso a comer con nosotros, Elena zafaba lo que estaba conmigo pero al Tero, llegó un muy buen día, en que lo echaron del hotel porque estaba prohibido para gente que no fuera staff del hotel. Recuerdo que era un guardia francés. En fin, el Tero seguiría en el otro hotel del mismo dueño que estaba en otro barrio de Londres…
Seguíamos haciendo amigos, otro día recuerdo que entraron de hustlers dos italianas, Diana Mellis y Saba Ghebreselassie.
Los días pasaban y cuanto mas frío se ponía a fin de año, menos gente levantábamos para el hotel. En un momento dejó de ser rentable y vuelvo al Spice of Life a buscar trabajo a ver si buscaban gente. Por suerte estaban buscando y vuelvo a trabajar ahí como hace un año atrás en Noviembre de 1997.
Con Elena un día nos vamos de paseo a una ciudad que me había gustado mucho que se llamaba Bath. Situada a 156 km al oeste de Londres y conocida por sus termas naturales y la arquitectura georgiana del siglo XVIII.
Llega diciembre de 1998 y es el turno de mi segunda Navidad fuera de casa, sin familia y con mucha nieve. Esta vez la paso con Elena y la gente amiga de ella de la casa donde se aloja. Lo mismo en Año nuevo…
Se vino el frío, ya no me quedaban los amigos mas compinches en el hotel, y debe ser la primera vez que me siento algo solo. Los chicos ya habían pegado la vuelta y Elena era mi única compañía. La veía cada tanto porque ya no estaba en el hotel sino en una casa de familia alquilando una habitación. Por otra parte Elena Gaddoni en cada llamada telefónica me invita a que vaya a Bologna a visitarla. Me convence y hacia allá voy. Era el comienzo del final del viaje. Quería volver a verla antes de volverme a Argentina.

Espero a que salga una buena oferta de último momento y por £50 consigo un ida y vuelta a Rímini en British Airways. Un 10 de enero de 1998 lo compro y a los 5 días parto a Italia por segunda vez, por tercera en realidad…
Continuamos con Italia en la próxima página, regresamos a Irlanda del Norte o nos vamos al índice de los Países Recorridos. ← Irlanda del Norte•
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